Esperar...el significado de esperar, el tiempo, el reloj. La espera y el tiempo son como siameses, siempre van unidos. Y cuando hablo de que siempre van unidos, no hablo de una igualdad entre ambos. El tiempo nos guía y nos controla para poder guiarnos, pero la espera nunca es exacta ya que podemos tener una idea de lo que ésta puede durar y aún así, nunca sabemos cuando va a terminar con exactitud. Esperar nos puede hacer llegar hasta el punto de enloquecer o por el contrario nos puede servir como vía para alcanzar la tranquilidad. Pero, ¿es este estado de espera un estado innato? Nos pasamos la vida esperando: para algo, para alguien, un momento, una persona, un obsequio o simplemente para algo que no sabemos con exactitud ni conocemos, pero que aún así estamos esperando. Esta espera puede convertirse en una carga que te puede hacer sentir rígido, paralizado, totalmente inestable que por mucho que intentes evitar la espera, siempre tienes ese estado de necesidad de liberación. Este estado que siempre está con nosotros aunque no lo queramos ver, es un estado que no tiene carga negativa, sino que debemos aceptar que está siempre con nosotros, forma parte de nosotros y de todo lo que vamos haciendo a lo largo de nuestra vida.
Un sillón, un fuego ardiendo, no hay palabras, no hay pensamientos, no hay movimiento...pero aún estando en este estado de espera, el tiempo sigue pasando mientras no nos damos cuenta y las horas, los minutos y los segundos se consumen como las llamas de ese fuego.
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